Clasificación de acceso abierto a la toxicidad de compuestos aromatizantes de cigarrillos electrónicos basados en la regulación de la Unión Europea: análisis de hallazgos de un estudio reciente
Introducción: un estudio reciente planteó preocupaciones sobre la toxicidad de los líquidos de los cigarrillos electrónicos al informar sobre la presencia de sustancias químicas aromatizantes con clasificación de toxicidad. Sin embargo, la clasificación de toxicidad relevante no se estimó de acuerdo con las concentraciones medidas. El propósito de este estudio fue calcular la clasificación de toxicidad para diferentes peligros para la salud de todos los químicos aromatizantes en las concentraciones máximas informadas.
Métodos: El análisis se basó en la normativa de etiquetado y empaque de clasificación de la Unión Europea. La concentración de cada producto químico aromatizante se comparó con la concentración mínima necesaria para clasificarlo como tóxico. Además, se examinó la clasificación de toxicidad para un líquido de cigarrillo electrónico teórico que contiene todos los químicos aromatizantes en las concentraciones máximas informadas.
Resultados: Hubo al menos una clasificación de toxicidad para todos los químicos aromatizantes, con las clasificaciones más frecuentes relacionadas con toxicidades de la piel, la boca, los ojos y las vías respiratorias. Una sustancia química (ciclopentenolona de metilo) se encontró en una concentración máxima de 150.7% más alta que la necesaria para ser clasificado como tóxico. Para el resto, las concentraciones máximas informadas fueron 71.6 a> 99.9% más bajas que las concentraciones de toxicidad. Un líquido que contiene todos los compuestos aromatizantes en las concentraciones máximas se clasificaría como tóxico para una categoría solo debido a la presencia de metil ciclopentenolona; un líquido sin metilciclopentenolona tendría de 66.7 a> 99.9% de bajas concentraciones de saborizantes que los que se deben clasificar como tóxicos.
Conclusiones: La gran mayoría de los compuestos saborizantes en líquidos de cigarrillos electrónicos, como se informó en un estudio reciente, se presentaron a niveles mucho más bajos de lo necesario como para clasificarlos como tóxicos. Como existen excepciones, se justifica el monitoreo regulatorio de la composición líquida.