El Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada considera que el Ministerio de Sanidad “debería dar una oportunidad” al cigarrillo electrónico para que pueda “mostrar su potencial como opción para dejar de fumar tabaco en lugar de encerrarse en la absoluta negatividad con la que trata este tipo de productos”. Según sostiene el instituto, el cigarrillo electrónico “rompe, en su concepción, con la espiral de prejuicios que hay en torno al tabaquismo” al introducir “elementos nuevos tanto en la forma de uso, en los nuevos hábitos que genera y en la percepción instalada entre los fumadores, como en los ingredientes que utiliza, que deben conducir a una nueva manera de afrontar este problema, entre las que se incluye una drástica reducción del consumo de tabaco o a su abandono por sus consumidores”. Así lo concluye el Grupo de Análisis que ha creado el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada para abordar, según ha defendido, el problema del tabaquismo “desde una perspectiva desprejuiciada”.
“ABANDONAR EL REDUCCIONISMO NEGATIVISTA” En este sentido, hace hincapié en la necesidad de “ampliar el espectro” de evaluación de todo lo que concierne al tabaquismo y “abandonar el reduccionismo negativista con el que actualmente se está abordando el problema”. “La visión oficial es que todo lo relacionado con el tabaco es malo, algo que podía aceptarse hasta hace poco tiempo, pero que está obsoleto actualmente”, subraya el Instituto Coordenadas. “Si se admiten las posibilidades de éxito en la lucha contra el tabaquismo de las técnicas de psicoterapia, de productos de la medicina natural, de medicamentos que ya financia el Sistema Nacional de Salud, de terapias de reemplazo de la nicotina en forma de parches, inhaladores, aerosoles, pastillas o gomas de mascar, ha llegado el momento de entrar de lleno en esa nueva forma de abordar el problema y asumir que elementos disruptivos como los cigarrillos electrónicos pueden tener opciones como medio para dejar de fumar”, señala el Instituto, que añade que es “una opción más, en el arsenal terapéutico cuya prescripción siempre es subjetiva”.